El consejero de agricultura de la Junta de Andalucía, Isaías Pérez Saldaña se reunió ayer con los alcaldes de los tres municipios, El Ejido, Roquetas de Mar y Vícar, más afectados por la nube de granizo que azotó la mayor parte de los invernaderos destrozando explotaciones enteras y ha dejado sin cosecha para todo el año cientos de agricultores. Al término de esta visita Pérez Saldaña explicó que desde el máximo órgano autonómico no van a pedir la declaración de zona catastrófica y cifró en 1.000 las hectáreas bajo plástico afectadas por el temporal de granizo. Para Isaías Pérez Saldaña las ayudas que desde la Junta de Andalucía se van a conceder para paliar los destrozos cubrirán el 50% de los daños. Igualmente, el consejero se reunión con las entidades bancarias para intentar buscar una solución a través de ventajas fiscales a las que se puedan acoger los agricultores. Según las estimaciones de los alcaldes en Roquetas habría 300 hectáreas afectadas, en Vícar 200 y en El Ejido unas 400. Por otro lado, técnicos y directivos de Cajamar están también evaluando la situación en las distintas zonas afectadas y han mantenido reuniones con COEXPAL y las cooperativas almerienses, para determinar los compromisos de pago que tienen pendientes los agricultores y las inversiones que se van a tener que afrontar. Cajamar, que ya ha comenzado a conceder créditos especiales para las heladas ocurridas hace dos semanas, trata ahora de habilitar una línea preferente de financiación destinada a la reestructuración y mejora de las estructuras de invernaderos que se han visto dañados, que sea subvencionada por la Administración al amparo del Decreto 613. Con este acuerdo se podría llegar a ofrecer un tipo de interés de hasta el 0% para jóvenes agricultores y del 1,5% para los mayores de 40 años.