Los objetivos que persigue esta investigación con carácter internacional es conseguir equipos eficaces y asequibles para los agricultores. El coste de éstos podría oscilar, entre los cinco y veinte euros, los de un sólo uso y cincuenta euros, los reutilizables. La protección de los trabajadores ante la exposición de los productos químicos es uno de los aspectos que más preocupa a las empresas del sector. Desde hace varios años el grupo de Química Analítica de Contaminantes de la Universidad de Almería está participando en un proyecto a nivel mundial, financiado por la empresa de seguridad laboral CropLife Internacional, para intentar desarrollar equipos de protección efectivos antes los fitosanitarios y a su vez asequibles para que los agricultores los puedan adquirir. La tarea de los almerienses es la de trasladar todas las investigaciones que se han hecho en el laboratorio a la realidad del campo para lo que ha llevado a cabo diversos ensayos en los invernaderos del poniente almeriense. Estos equipos de protección ya han comenzado a comercializarse en la agricultura de Almería, así como, otras zonas agrícolas del planeta, aunque todavía no está finalizada la investigación. «Los trajes se están comercializando desde hace tiempo pero hasta ahora no se ha aclarado el modelo concreto más adecuado. El coste de los mismos es muy variable puede oscilar entre los cinco y veinte euros, los de un sólo uso, y llegar hasta los cincuenta euros los reutilizables, en función del número de tratamientos y las condiciones del cultivo. Creo que puede ser rentable un traje reutilizable que dure toda la campaña, si bien el inconveniente sería el lavado a conciencia que tendría que realizar el agricultor», explica Francisco Egea, investigador de la UAL.