Las bolsas de cultivo de sustratos varían en función de la demanda del consumidor aunque las más utilizadas son las que tienen un volumen de treinta y siete y cuarenta litros. “La perlita está sufriendo un auge importante y progresivo, ya que, se ha colocado como primera opción en el empleo de sistemas hidropónicos y ha conseguido ganarle terreno a la lana de roca”, expone Manuel Lucas. Además, las ventajas de la utilización de la perlita en los sustratos en agricultura son elevadas. Tiene una mayor durabilidad y un coste más competitivo y barato para el agricultor almeriense, además, medioambientalmente no presenta ningún problema, ya que, se puede reutilizar en viveros, en el compost, para mejorar el suelo de cultivos arbóreos y hortícolas, entre otras. Su estructura física no se deteriora con el tiempo y debido a los volúmenes y características propias aporta más seguridad al agricultor y necesita menos atención que otros sustratos. Otavi Ibérica elabora una perlita cuyas características son una elevada aireación con más del noventa y dos por ciento poroso, lo que provoca una excelente retención de agua, es un material inerte de baja densidad aparente, estructura rígida consistente, es químicamente estable, así como, también es totalmente reciclable. En agricultura se emplea en cultivos de hortalizas, rosas, clavel, gerbera, fresa, entre otros. Los usos más frecuentes en agricultura son en semillero donde la perlita se usa mezclada con turbas o sustratos vegetales que favorece la aireación. En vivero s empela en mezcla con sustratos orgánicos para favorecer la aireación, también se utiliza para la mejora del suelo agrícola mejorando la permeabilidad de los suelos, incrementando la aireación y las condiciones de cultivo. Igualmente también se puede utilizar en jardines, césped, campos de golf, estadios, plantas de macetas, Hobby Garden, jardín hidropónico, huerto hidropónico y conservación de bulbos. Por otro lado, esta fábrica de perlita ofrece toda una gama de productos que van desde Perlita y Vermiculita que están destinados no sólo a la agricultura, si no también, a la construcción, aislamientos y fundición. M. Belén Garre ir a uso del suelo

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