En Navidad el consumo de dulces aumenta de forma notable, tanto entre horas como postre estrella de comidas y cenas: turrones, mazapanes, bombones, guirlaches, polvorones, etc. Y es que los dulces son alimentos muy apetecibles y que proporcionan una grata sensación de bienestar pero, las frutas también pueden convertirse en las protagonistas de los deliciosos postres de navidad aportando además, vitaminas, minerales, fibra y sustancias antioxidantes. Su variedad de colores, sabores y aromas, permite emplearlas en un sin fin de recetas muy saludables y apetitosas que también puede emplearse como elemento decorativo en flanes, natillas y bizcochos. Algunas deliciosas opciones son los batidos como por ejemplo el de chirimoya y zumo de naranja con un poco de nata líquida por encima y un toque de canela. Copa de manzana (cocida, con zumo de limón y azúcar, triturada) con una capa de merengue por encima y espolvoreada con canela o granulado de azúcar de colorines o con frambuesas o guindas de colores en trocitos. Macedonia de frutas frescas con nata montada y virutas de chocolate u otros elementos de adorno. Batidos de fruta y yogur o leche evaporada con un poco de nata montada. Brochetas de distintas frutas con caramelo líquido, ensartadas en un palito y acompañadas de una bola de helado. Salsas a base de frutas frescas o culis como fresas o kiwi que para elaborarlas se trituran con ayuda de un pasapurés, se les añade un poco de zumo de limón y azúcar. Este postre combina muy bien con helados y flanes caseros o dan un toque de color y de sabor muy originales a copas, macedonias y batidos.