José María Ordovás resalta la importancia de demostrar que un consumo de dieta mediterránea aumenta la longevidad, ya que hasta ahora lo único que se ha hecho es observar las diferencias entre aquellos que han mantenido esta dieta y los que no. Según los científicos, en la longevidad de la cuenca mediterránea, además del factor genético, influye la dieta que previene de determinadas enfermedades y retrasa el proceso de envejecimiento que se produce por la mutación de las células. El profesor de la universidad estadounidense explica que el aceite de oliva -ácido oleico monoinsaturado- previene las mutaciones genéticas, que dan lugar a enfermedades cardiovasculares y el cáncer, que más influyen en la población de edad avanzada, "pues los genes humanos están programados para vivir hasta 120 años". Por otra parte, se resalta la influencia de la dieta mediterránea y del aceite de oliva en la reducción del colesterol negativo, manteniendo o incluso elevando el colesterol "protector". Los expertos subrayan que la dieta modifica favorablemente otros factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial y el metabolismo de los hidratos de carbono y además insisten en que previene la obstrucción arterial y el infarto agudo de miocardio. Sobre el cáncer, la especialista del Hospital de Universitario Reina Sofía de Córdoba Ángeles Blanco Molina recuerda que varios estudios en animales y diversos trabajos epidemiológicos, sugieren que las dietas ricas en grasa monoinsaturada, derivada del aceite de oliva, reducen el riesgo de cáncer, en especial el de mama.