La Ley de Calidad de los Vinos Andaluces garantizará el mantenimiento del patrimonio vitivinícola

De las más de 36.756 hectáreas de viñedo andaluzas, el 73% está acogida a alguna Denominación de Origen de caldos. El consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, ha presentado ante los miembros la Confederación Española de Consejos Reguladores vitivinícola la Ley Protección del Origen y la Calidad de los Vinos de Andalucía, aprobada por el Consejo de Gobierno en noviembre de 2005, y ha puesto de manifiesto que la futura normativa " servirá para reconocer y garantizar las figuras de calidad de nuestros caldos". Durante la inauguración de la asamblea nacional de la Confederación, que se celebra en Córdoba, Pérez Saldaña comentó que esta Ley aúna "lo tradicional y lo innovador de nuestro patrimonio" vitivinícola actual, al tiempo que favorece las nuevas inversiones "para adecuar nuestras producciones a un mercado donde calidad e innovación significan futuro". En este aspecto, apostó por que sean los Consejos Reguladores quienes lideren los proyectos en el sector "en un ámbito de garantía" creado gracias a la Ley de Protección del Origen y la Calidad de los Vinos. El titular de Agricultura explicó de forma pormenorizada el contenido de la normativa, donde se recogen diferentes figuras de calidad de vinos, los distintos niveles de protección del origen y la calidad, así como la configuración de los órganos de gestión y los sistemas de control y certificación garantizadores de los derechos de los consumidores.

Recordó que la Ley establece que los nombres geográficos protegidos, y en especial las Denominaciones de Origen, sean bienes de dominio público cuya titularidad corresponde exclusivamente a la Comunidad Autónoma de Andalucía. La Ley también rige la separación de los órganos de control y gestión en los distintos niveles de protección. Como continuación de este proyecto de regulación del sector vitícola, el titular de Agricultura recordó que el Gobierno andaluz también ha iniciado la tramitación de la Ley de la Calidad Agroalimentaria, que regula el resto del sector alimentario y crea el Instituto Andaluz de la Calidad Agroalimentaria y Pesquera, organismo autónomo cuya finalidad será la de gestionar las políticas en materia de calidad de todos los alimentos, incluidos los vitivinícolas. Pérez Saldaña aseguró la suma de estos dos marcos normativos constituye un "espacio idóneo para garantizar los derechos de los consumidores ante sus nuevas demandas en productos diferenciados y de calidad, al tiempo que asegura que los productos andaluces puedan competir en los mercados actuales".