Del mismo modo, también se han llevado a cabo ensayos del uso del compost como abonado de fondo, donde los distintos compost estudiados constituyen una alternativa técnica y ambientalmente viable al empleo de estiércol en suelos enarenados aunque sus efectos a medio y largo plazo deberían ser evaluados en estudios posteriores. El ensayo sobre tomate se realizó en una finca comercial ubicada en el Coto Espinosa, El Alquián, Término Municipal de Almería, en un invernadero en su primer años de uso con una superficie de 20.600 metros cuadrados, tipo raspa y amagado, con estructura de hierro galvanizado, cubierta de polietileno de ochocientas galgas y con ventilación pasiva por medio de diez ventanas cenitales y ventanas laterales en todo el perímetro del invernadero. El aporte de compost utilizado fue de 10kg.m-2 de los tipos A, B y C con una capa de arena de granulometría fina de diez centímetros. Por otro lado, el ensayo de sandía se realizó durante la primavera de 2003 en un invernadero comercial de 7.000 metros cuadrados, situado en El Ejido. Las instalaciones sobre las que se llevó a cabo constan de un invernadero asimétrico, tipo multicapilla, raspa y amagado, disponiendo para el control climático de ventilación pasiva, cenital y lateral. Del mismo modo, todos estos ensayos lo que pretenden es demostrar que los residuos orgánicos procedentes de la actividad humana, como son la fracción orgánica de los residuos domiciliarios, los biosólidos de depuración de aguas residuales urbanas, y los restos vegetales de parques y jardines, son recursos válidos para el co-compostaje o compostaje conjunto, desde los puntos de vista técnico, económico y ambiental. M. Belén Garre ir a investigación