En el aire que respiramos están presentes una serie de oxidantes, causados por las emisiones de contaminantes al ambiente, que provocan distintos efectos perjudiciales para la vegetación al aire libre y para los cultivos hortícolas de invernadero de la provincia de Almería. En concreto, el año pasado oxidantes como el ozono afectaron de forma muy importante a los cultivos de judía de la zona de Balerma, en el municipio ejidense, afectando a la producción de muchas explotaciones de este producto. El departamento de producción vegetal de la Universidad de Almería ha descubierto, en un proyecto de investigación, que los daños más relevantes sobre los cultivos de judía han sido los causados por el ozono y según los primeros resultados de este estudio la disolución de materia orgánica en el suelo diluye los daños producidos por el ozono cuando actúa como oxidante y hace que desaparezcan las manchas que se producen en las hojas. “Todavía estamos investigando este hecho que nos ha sorprendido bastante y aún no conocemos porque se produce este efecto beneficioso, gracias a la materia orgánica, contra los oxidantes pero está específicamente comprobado para Almería que esto es así”, explica Javier Tello, responsable de la investigación y profesor de la UAL. Actualmente, la Unión Europea recomienda hacer frente a los perjuicios que provocan los oxidantes en los cultivos meditante el empleo de una serie de tratamientos líquidos compuestos mediante antioxidantes en las hojas de la plantas. Según el profesor Tello estos productos tienen tan sólo un efecto parcial contra el ozono y no atajan el problema.