El nitrógeno es un producto químico necesitado por las cosechas y que muchas veces puede llegar sin querer al agua subterránea o de superficie. Para intentar contrarrestar este posible efecto el Servicio de Investigación Agrícola de EEUU está usando una técnica de inducción electromagnética para medir los cambios en la conductividad eléctrica del suelo y ofrece así claves importantes sobre la cantidad de nutrientes presentes en el suelo. Con este equipo los expertos estadounidenses rastrearon el movimiento de nutrientes durante un período de cuatro años y encontraron que el uso del medidor de inducción electromagnética pudo determinar la acumulación y el movimiento de nutrientes para ayudar a prevenir la lixiviación de nitrato al agua subterránea. Roger Eigenberg, el científico que dirige el proyecto, ha estudiado campos que tienen y no tienen cultivos de cobertura del invierno y campos que han recibido estiércol o abono vegetal. Así ha descubierto que se podría usar inducción electromagnética para vigilar los efectos de los cultivos de cobertura del invierno. Esto es porque los cambios de la conductividad eléctrica correspondieron a los cambios en las cantidades de nutrientes del suelo mientras los cultivos de cobertura absorbieron los nutrientes en el otoño y los devolvieron al suelo en la primavera. Así mismo, Eigenberg ha usado inducción electromagnética para estudiar varios campos y crear un mapa con áreas ligeramente sombreadas que representan niveles altos de conductividad eléctrica o áreas de alta concentración de nitrato y áreas oscuras que indican baja conductividad o una baja concentración del mineral.