El cultivo hidropónico es el método más eficaz para prevenir el contagio por suelo del virus del mosaico de la judía

Una práctica eficaz para evitar el virus del mosaico sureño de la judía es el empleo de cultivos hidropónicos

26 de julio de 2005

Hay unos doscientos virus que pueden afectar al cultivo de judía actualmente, siendo uno de los más importantes el virus del mosaico sureño de la judía. Una forma de transmisión de este virus es a través del suelo. Aunque todavía no se han estudiado a fondo todas las formas de control de este virus, es cierto que una práctica eficaz sería el empleo de cultivos hidropónicos, ya que, al tener bolsas de sustratos diferentes no se contaminaría todo el invernadero. Otra forma de contacto puede ser mediante contacto durante la manipulación del cultivo, ya que, es en la recolección cuando se extiende por toda la planta. “Aunque todavía queda mucho que estudiar en Almería sobre esta enfermedad, lo más eficaz como en cualquier virus de transmisión por contacto sería la detección precoz y toma de medidas que eviten la transmisión del virus presente en la savia al resto de plantas, por tanto, es necesario concienciar al agricultor para que si observa una planta infectada con el virus de mosaico sureño de la judía no toque a las demás”, explica Eduardo Segundo López, miembro de la Unidad de Virología del CIFA. Tanto el contagio por el suelo o a través del contacto han sido comprobados ya por el CIFA.

Por otra parte, también se produce infección a través de varias especies de escarabajos vectores (Chrysomeliade), aunque en Almería no se han encontrado vectores que porte esta enfermedad, y por las semillas. Esta última se descubrió porque los invernaderos afectados estaban en lugares muy distanciados y no se podían haber contagiado por las demás vías. En cuanto a la transmisión por semilla deber ser evaluada. Además, se ha encontrado resistencia en alguno tipos de judías para grano especialmente P.vulgaris cv.Pinto. Esta enfermedad ha aparecido en distintas variedades de judías como Helda y Perona. Los síntomas que se aprecian son distintos según la variedad, de esta forma los frutos de la tipo Helda presentan mosaico con intensificación del color y ligera deformación. Los frutos de la Perona sufren engrosamiento y endurecimiento de las nerviaciones secundarias. Esta enfermedad se suele desarrollar en el ciclo de primavera y en el de otoño, coincidiendo así con los meses más calurosos. En 1998 comenzaron a observarse anormalidades en plantaciones de judía en Balanegra y Balerma en Almería y en Castell de Ferro y Lújar (Granada) que causaban mermas económicas debido a que los frutos no se podían comercializar por que las vainas perdían calidad. En 2001 es cuando se identifica el origen de la enfermedad como un virus no descrito antes ni en Almería ni en España, perteneciente al género Sobemovirus denominándose como lo conocemos en la actualidad, virus del mosaico sureño de la judía. Otros virus que tienen incidencia en los cultivos almerienses son el de la cuchara, el bronceado y el virus del amarilleo de la judía. M. Belén Garre ir a investigación

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