Oportunidades de negocio para Almería La gran oportunidad de negocio que posee nuestra provincia con este país es la comercialización de frutas y hortalizas para su consumo en los hogares rusos. Una nueva demanda exterior para el campo almeriense, si bien habrá que salvar algunas barreras para el crecimiento de esta demanda, como los bajos niveles de rentas de un amplio porcentaje de la población y la distribución logística a lo largo del difícil territorio ruso, donde será difícil la comercialización de los hortícolas en muchas de sus zonas por los altos costes. Así pues, lo más probable es que la demanda se concentre en el futuro más próximo en torno al área moscovita. En Rusia, debido a su histórica costumbre de asignar recursos hacia la industria pesada, la industria de los bienes de consumo ha quedado frecuentemente en un segundo plano. Esta inercia se ha mantenido en mayor o menor grado hasta la era del capitalismo ruso, por lo que no es extraño encontrar frecuentemente entre sus importaciones productos de consumo más rutinario, como son los textiles, el calzado, perfumes, artículos de higiene y alimentos, como en este caso las hortalizas. En el último año, las exportaciones almerienses de frutas y hortalizas hacia Rusia generaron un flujo monetario de 5,4 millones de euros, cifra que irá aumentando en los próximos años. En cuanto a la posibilidad de establecer explotaciones ya en territorio ruso, esto se antoja harto difícil, ya que la ley rusa no permite la compra de terrenos agrícolas por parte extranjera, con lo que debería de llevarse a cabo, si se quisiese, a través de otras fórmulas y estrategias empresariales para establecer cultivos en el suelo del país. De todos modos, no parece aún una posibilidad más interesante, puesto que la empresa que pretenda relocalizar sus cultivos en terrenos rusos no contará con el abrigo de todas las empresas auxiliares agrícolas y de distribución, como ocurre en nuestra provincia, donde encontramos un tejido intraindustrial que genera economías de aglomeración. Además, habría que estudiar las barreras logísticas a salvar dentro del vasto país para poner a disposición de las grandes urbes la producción desde las zonas aptas para el desarrollo de los cultivos protegidos.