En el mercado se pueden encontrar hortalizas que están de temporada durante todo el año como la cebolla, las lechugas... Aunque todos estos vegetales se encuentren de temporada durantes los meses de otoño, las setas, la berenjena, las coles de Bruselas y la coliflor, son los únicos exclusivos de esta estación. La berenjena es una hortaliza con muy pocas calorías. Su piel con un característico color morado a las antocianinas, colorante naturales con una importante acción antioxidante. Además, la berenjena puede llevar el adjetivo de verdura aperitiva y tonificante gracias a algunos de sus componentes. Los compuestos responsables de su ligero sabor amargo son reconocidos por su efecto colagogo, es decir, estimula el buen funcionamiento del hígado y facilita el vaciamiento de la vesícula biliar, de manera que favorece la digestión de las grasas. La berenjena es una hortaliza muy versátil y combina bien con numerosos alimentos. Con ella se pueden preparar incontables recetas; guisada, rellena de carne, pescado, verduras..., al horno, rebozada, frita, a la brasa, asada a la parrilla, sofrita, hervida, al vapor, gratinada, en cremas o purés... de cualquier forma resulta un complemento perfecto y una fuente de interesantes nutrientes. Incluyendo en la dieta los alimentos propios del otoño, el organismo podrá aprovecharse de una gran variedad de nutrientes presentes en ellos, y uno puede degustar el marcado sabor de los alimentos de temporada. Además, darán a los platos una gran gama de colores y sustancias capaces de aportar la energía y los nutrientes necesarios para superar la vuelta al ritmo habitual y afrontar el comienzo del otoño con vitalidad.