El sector del tomate, al igual que los demás sectores dedicados al cultivo de otras variedades de frutas y hortalizas, se moderniza, incorporando en sus distintas fase nuevas tecnología y maquinaria punta, que facilita el proceso comercializador. Por otra parte, las exigencias del mercado aumentan progresivamente la presencia de maquinaria en las fincas de cultivo. La actual normativa europea referente a la comercialización de frutas y hortalizas, hace especial alusión a la calidad del producto, mencionando como criterios a seguir el calibre, el color y el tamaño del género. Las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas se han adaptado a los nuevos tiempos realizando un seguimiento exhaustivo del producto que reciben. Por ello, demandan a los agricultores que formalicen una clasificación previa llegada a la subasta. Ante esta necesidad, algunas empresas, como Vega Cañadas, han acondicionado sus instalaciones y ofrecen ese servicio al agricultor que aún no cuenta con la maquinaria adecuada. Los productores que cuentan con superficies de más de 1.500 hectáreas, se han visto obligados, en los últimos años a mecanizar el proceso postcosecha, desde que se recoge el fruto de la planta hasta que se deposita en las distintas empresas comercializadoras. Los propietarios de estas fincas se deciden por esta opción, por que, aunque supone un esfuerzo económico inicial considerable, el volumen de su producción les permite amortizar la inversión. Por el contrario, pequeños agricultores, continúan desarrollando un sistema tradicional, basado en el trabajo familiar. A pie de campo se han instalado pequeños almacenes, donde diariamente, clasifican el género, como paso previo a su venta. En este proceso, juega un papel muy importante en la actual agricultura la maquinaria utilizada, la cual ha reducido en gran medida el numero de personas empleadas en la tarea de clasificación.Según comenta Juan Diego Ventura, propietario de una finca dedicada al cultivo del tomate, «en estos momentos se emplea casi a un 40% menos de personas en el clasificado, debido las maquinas utilizadas. En cambio, esta reducción no se ha producido en la labor de cosecha, que se han mantenido los puestos de trabajo necesarios.