La experimentación se ha llevado acabo en un invernadero con cultivos de tomate daniela en cultivo hidropónico con sustrato de perlita durante esta pasada campaña, 2003/2004. Por lo tanto, la plantación fue dividida en parcelas e inoculada unas con Opidium Brassicae, otras con PepMV y otra diferente con una combinación de ambos. Del mismo modo, se llevaron a cabo observaciones semanales. Tras esto, se ha llegado a la conclusión de que el PepMV o virus del mosaico del pepino parece estar implicado en la propagación del virus del colapso del tomate, al reproducir parte de la enfermedad como son la marchitez de la planta y algunos más de sus síntomas. En cuanto al efecto del Opidiem Brassicae en el colapso del tomate no se ha encontrado ninguna incidencia. El colapso del tomate aparece en Murcia entre 1998 y 1999. Los síntomas de este virus son marchitez, apical con apariencia sana, es decir, la marchitez aparece y desaparece hasta que es de forma general y llega a matar a la planta. Esta enfermedad está causando una importante pérdida en producción en esta región. Aquí en Almería no está teniendo tanta incidencia debido, según Juan Rodríguez, becario de IFAPA no son ni las mismas pautas culturales ni son iguales las condiciones climáticas. M. Belén Garre ir a investigación