Asimismo, ha recordado que para apoyar al sector la Junta ha destinado 20,8 millones en ayudas a la agricultura y ganadería ecológicas, de las que se benefician más de 5200 operadores ecológicos (agricultores, ganaderos y transformadores). Estas ayudas revelan la apuesta del Gobierno andaluz por la agricultura ecológica como alternativa diferenciadora de producción y comercialización de productos agrícolas. La agricultura ecológica se ha convertido en un sector en alza no sólo por el respeto medioambiental, sino por la calidad de sus productos. Este mercado ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, convirtiéndose Andalucía en la primera comunidad autónoma con más de 370.000 hectáreas y 172.100 cabezas de ganado, lo que supone el 44.5 % de la superficie estatal de producción ecológica. Concretamente, en la provincia de Granada hay 28.747 las hectáreas dedicadas a cultivos ecológicos -4.000 más que en el año 2004-, 688 los productores, 725 operadores y 37 elaboradores. Entre estos últimos destacan 11 almazaras, 10 centrales hortofrutícolas y bodegas, empresas de frutos secos, de envasado de grano, de carnes frescas, entre otras. En cuanto a la ganadería ecológica, en Granada hay inscritas 9.731 cabezas de ganado, de las que 148 pertenecen al sector vacuno, 5.832 corresponden al ovino, 560 de caprino, 2.718 a la avicultura y 473 colmenas. Con estos datos, Granada se sitúa en la tercera posición en mayor número de productores ecológicos, tras Córdoba y Almería. Le siguen Málaga, Sevilla, Jaén y Cádiz. En total, más de 5.000 productores que sitúan a Andalucía en la primera región española productora y la tercera región europea, por detrás de Italia y Reino Unido. Centro de investigación Para afianzar esta posición de privilegio, la Consejería de Agricultura y Pesca cuenta con el Consorcio Centro de Investigación y Formación de Agricultura Ecológica y Desarrollo Rural de Granada. Entre los objetivos del centro se encuentran potenciar la agricultura ecológica como motor del desarrollo rural sostenible y generar alternativas de producción agraria que revaloricen los recursos humanos y naturales. Igualmente, informar a agricultores y ganaderos ecológicos de cómo mejorar la eficiencia técnica económica de sus explotaciones, así como dotar de formación cualificada a técnicos y al sector.