Los ministros de Agricultura darán el visto bueno, el día 20 a una reforma sobre las menciones de calidad, en reacción a los dictámenes de la Organización Mundial del Comercio (OMC), quien instó a la UE a mejorar el acceso de países terceros al régimen comunitario de protección de alimentos. Según la OMC, la actual legislación viola los principios de igualdad de trato, porque se imponen a los productores extranjeros requisitos sobre denominación diferentes a los de sus operadores de la UE. La nueva normativa ha sido objeto de intensas negociaciones técnicas dentro de los grupos de trabajo del Consejo de la UE y además, el próximo día 16 el Parlamento Europeo dará en Estrasburgo (Francia) su aprobación, que no es vinculante pero sí necesaria antes de la aprobación final. En la UE, existen más de 720 alimentos y especialidades protección comunitaria; España cuenta con más de 93 alimentos con ese amparo y su comercialización tiene una gran importancia económica, al igual que como imagen de calidad. La nueva normativa no incluye las denominaciones de vino ni de bebidas espirituosas, que se regulan por otra vía. Entre las distintas marcas de calidad, la denominación es la más estricta en lo que se refiere a criterios geográficos, ya que debe ser producida, comercializada y transformada en una zona; en la IGP al menos parte de estos procesos se deben dar un área geográfica. Por ejemplo, cuentan con denominación en España, con más frecuencia los quesos, como el Manchego, al igual que los jamones de Teruel, Trevélez, Guijuelo ó Huelva, entre otros. Cuentan con IGP los cítricos valencianos y otras frutas y hortalizas como el Espárrago de Navarra o el de Huétor-Tajar; un ejemplo de IGP distinto es el Ternasco de Aragón. La propuesta que aprobarán los Veinticinco mantiene la actual definición de IGP, puse Bruselas pretendía que fuera más flexible.