El cultivo del pimiento, el tomate, la lechuga, la cebolla y el melón acaparan un noventa por ciento del total de la contratación de seguros agrarios hortícolas, por lo que deben considerarse como "claramente representativos" del sector en España, según recoge un informe sobre este sector hasta el 2005. El estudio, que publica la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), aclara que en el análisis realizado ha sido necesario tratar de forma diferenciada a la lechuga como consecuencia de que la producción asegurada históricamente se ha realizado por unidades frente al aseguramiento por peso de las demás especies. En todo caso, subraya que estos cinco cultivos han mostrado un comportamiento similar en el ámbito del aseguramiento, con unos niveles "muy bajos" al inicio de la serie histórica y una tendencia fuertemente creciente. Esto se debe, según precisa, a la progresiva profesionalización que se ha registrado en el sector a lo largo de los años y que consecuencia de ello es que cada vez se demanda más el seguro "como un instrumento de gestión de los riesgos que afectan a sus producciones". Además, otro aspecto que ha influido de manera positiva a la expansión de su contratación ha sido el perfeccionamiento técnico de los seguros que se ha producido durante estos años. En concreto, es en el tomate en sus tres modalidades -de invierno, de verano y de Canarias- en el cultivo en donde la implantación del seguro ha sido mayor. No obstante, el estudio advierte de que, pese a la evolución positiva registrada desde 1995, en los seguros agrarios de las hortalizas existen aspectos que "deben ser mejorados". Por eso, para el trienio 2007-2009 recomiendan que las prioridades de actuación para el sector deben ser que se intensifique el proceso de universalización de la protección de los riesgos naturales que afectan a estas producciones, en línea con el proceso iniciado ya en el caso del tomate.