Las Empresas Agrarias Españolas son conscientes de que las técnicas convencionales agrícolas están degradando el suelo y de que un cambio de técnicas sería bueno, para poder ir tomando conciencia y practicar una agricultura de conservación y así frenar la erosión, la contaminación del agua y la degradación del suelo y así se podría conseguir una recuperación del suelo agrícola. Cada vez más se utiliza esta técnica por todo el mundo. Aunque la mayor aplicación corresponde a los frutales y olivares. Según explican desde el GEA, ''creemos que el MAPA debe ser 'consciente' de que toda ayuda que conlleve ventajas medioambientales como ahorro de energía, agua, etc… debe ser potenciada, pues sería muy bien visto por la opinión publica''. Desde aquí ''emplazamos a las Administraciones Públicas a que cuando se desarrolle la nueva normativa de las ayudas agroambientales para el periodo 2007/2013, se tenga en cuenta que las Empresas Agrarias pueden conseguir productos dentro de este marco de actuación, beneficiando a la sociedad en su conjunto y proporcionando al mercado productos de una gran calidad medioambiental, que no cabe ninguna duda de que serán los productos del presente y del futuro''.