Un equipo del Centro de Investigación y Desarrollo Agrario (CIDA) de La Rioja, ha descubierto tres levaduras enológicas para elaborar vinos tintos. Este descubrimiento es el resultado de cuatro años de investigación en el CIDA, donde se aislaron más de 1.500 cepas de levaduras procedentes de 15 bodegas representativas de las tres subzonas de la denominación y que, nunca antes, las habían utilizado en sus procesos de elaboración. Posteriormente, se realizó una primera selección de 14 clones adecuados para la fermentación alcohólica de vinos tintos de La Rioja y, como último paso, se probó en una fase semi-industrial la respuesta de estas levaduras, tanto en su comportamiento enológico como en la calidad organoléptica de los vinos elaborados. El resultado fue la selección de tres clones de levaduras idóneas para mantener y mejorar las características de los vinos tintos. Una de las tres levaduras parece más indicada para la elaboración de vinos jóvenes, por la mayor formación de compuestos aromáticos. Otra de ellas podría destinarse a la elaboración de vinos de crianza, porque provoca una mayor estabilidad en la materia colorante, y la tercera sería más apropiada para vendimias que soporten condiciones extremas, al ser más resistente a las altas temperaturas y a altos grados alcohólicos. En los últimos años se ha introducido una nueva técnica en los procesos de vinificación, que es la implantación en los depósitos de un cultivo puro de levaduras previamente seleccionadas, en un número elevado y en estado activo. Una práctica habitual en países de enología reciente como Australia, Estados Unidos o Sudáfrica.