La empresa almeriense Sotrafa ha desarrollado una nueva variedad de plásticos biodegradables para el suelo de los invernaderos. Los plásticos se componen de polietileno y aditivos degradables como son el almidón de maíz, además de otros tipos de almidones. Los plásticos después de cumplir su función de desinfección, aumentar la temperatura de la raíz y acabar con las malas hierbas se desintegran en el mismo invernadero y pasan a forma parte de la tierra. De esta forma, una vez que se descomponen, en agua o CO2, pasan a formar parte de la biomasa. Todos estos compuestos que se terminan constituyendo no contaminan ni perjudican las plantas, ni la tierra, los frutos, ni si quiera las producciones posteriores. Por tanto, la puesta en marcha de estos nuevos plásticos acabará con los problemas medioambientales derivados de los residuos que provocan estos materiales en la agricultura. Según el Decreto 103/2000 de la Junta de Andalucía que recoge la regulación de los residuos de plástico que se originan desde el productor hasta el consumidor final, establece que el poseedor del residuo final es el responsable del mismo. Pero la recuperación de los plásticos del suelo es muy difícil, tanto para el productor como para los procesos de reutilización, debido a que están muy sucios.