La producción hortícola de ambas zonas agrícolas está centralizada en los mismo productos, tomate que en Almería hay unas 8.700 hectáreas frente a las 5.900 de Marruecos; calabacín con 4.090 hectáreas en la provincia y 1.350 hectáreas; judía con 3.950 en Almería y 2.759 en Marruecos; en pimiento donde la zona almeriense es de 8.825 hectáreas y el país marroquí 780 hectáreas; el pepino es otro de los productos fuertes 3.910 en la provincia y 255 hectáreas en Marruecos; por último el melón que Almería tiene 5.300 hectáreas y Marruecos 1.402. Una de las pocas diferencias entre el sudeste peninsular y el norte de África está en el volumen de exportación. Mientras en Marruecos se producen 680.000 toneladas de tomate tan sólo se exportan 220.567 toneladas, caso que no se repite en Almería donde de las 756.000 toneladas de tomate que se producen, se exportan 321.502 según los datos presentados por APEFEL. Los productos almerienses están destinados principalmente a la comercialización en los mercados europeos más importantes, al igual que también lo están las hortalizas marroquíes. Alemania, Francia, Holanda y Reino Unidos, son por este orden los primordiales destinos de los productos de Almería y Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda y España, son los destinos más importantes de las hortalizas marroquíes. En cuanto a los retos del futuro tanto el sudeste peninsular como el Norte de África miran hacia los nuevos países del Este como nuevos mercados en los que comercializar sus productos, al igual que están alcanzando ya los mercados de Canadá y América del Norte. Por otra parte, las condiciones climáticas de Marruecos coinciden en gran medida con las de Almería. En estos dos lugares agrícolas presentan un problema acusado como es la escasez de los recursos hídricos, para lo que en ambas zonas se están desarrollando métodos de optimización del agua y de los sistemas de riego. Una judía hispanomarroquí Un claro ejemplo de la fructificación de las relaciones entre los productores almerienses y marroquíes es la empresa Cabasc, una de las cooperativas productoras de frutas y hortalizas con más experiencia en la agricultura, constituida en 1964 en Almería. Desde hace un año esta cooperativa inició una relación comercial basada en la comercialización de judías verdes marroquíes y almerienses. “En un mercado globalizado como el actual en el que hay muchos productos y mucha producción, es inútil poner barreras psicológicas con Marruecos porque legalmente no existen fronteras por tanto, deberíamos estrechas nuestra relación con los productores marroquíes para hacernos más fuertes”, afirmó Jorge Silva, gerente de Cabasc. Esta comercializadora ha incluido en su protocolo de calidad y certificación sanitaria a los productores marroquíes, de esta forma cuando los productos llegan al almacén de manipulado de Cabacs son sometidos a los mismos controles de calidad que los productos de Almería. “Hasta ahora no hemos tenido ningún problema de límites de fitosanitarios en los productos. De hecho creo que al haber menos concentración de invernaderos en Marruecos hace que haya una menor presión en la incidencia de las plagas”, explicó Silva. Para esta comercializadora almeriense la unión con las comercializadoras marroquíes le ha supuesto poder atender siempre a las necesidades de sus clientes. “Almería tiene mucha experiencia en producción y comercialización así como en logística y que puede ser un gran apoyo a Marruecos para concentrar más producción, ganar en poder y hacer frente a la gran distribución”, afirmó Jorge Silva. M. Belén Garre