Está demostrado que los semilleros españoles son los primeros que han utilizado un control biológico exitoso eliminado más del noventa por ciento de los tratamientos con productos fitosanitarios. En este proceso también se incluyen una serie de medidas culturales que se practican en el sudeste español y que en la mayoría de los casos son medidas preventivas. Es imprescindible la colocación de malla fina en las aperturas de ventilación y la doble puerta en la entrada de las naves de producción como esclusa. Nunca se deben de abrir las dos puertas simultáneamente y han de colocarse trampas adhesivas entre las puertas para atrapar los insectos que han entrado desde fuera. Se utilizan en la cubierta del invernadero plásticos fotoselectivos que impidan la entrada de luz ultravioleta. Otra manera de evitar la entrada de los insectos es a través de las trampas más conocidas y utilizadas en los invernaderos, como son las trampas cromáticas amarillas y azules, las trampas de luz y las trampas de feromonas para atrapar polillas. Las cromáticas y las de luz tienen que estar presentes en los semilleros en muchas cantidades, independientemente del sistema de control de plagas aplicado. Otra técnica importante de cara al control biológico en semilleros es el uso de plantas trampa. Ésta no es más que la colocación de pequeñas cantidades de plantas en macetas que son más atractivas para los insectos plaga que el cultivo con el objetivo de ejercer un control sobre ellos. La elección de la especie de planta trampa depende del tipo de cultivo que se produce y de la plaga que se desea controlar. Es importante que la planta elegida sea muy atractiva para la plaga y sus enemigos naturales pero que no sea huésped de virus que pudieran afectar al cultivo. Antes de la siembra del cultivo, se cultivan las plantas trampa en un sitio apartado en macetas hasta que alcanzan un tamaño adecuado, después se introducen las especies deseadas de enemigos naturales en las plantas en macetas dos semanas antes de colocar las macetas en el cultivo. La colocación de las macetas tiene que ser en la entrada del semillero y las aperturas de ventilación, después hay que seguir con la alimentación para mantener para mantener la fauna auxiliar en las plantas trampas. Se puede podar la planta periódicamente para evitar que crezcan demasiado y para asegurar que mantienen una masa foliar adecuada y por último hay que evitar que las plantas trampas entren en contacto con cualquier insecticida aplicado. Los agentes de control biológico que se aplican en el semillero tienen que actuar rápidamente y tienen que ser capaces de sobrevivir independientemente del estado del cultivo. En comparación con invernaderos de producción hortícola normal, los semilleros ofrecen condiciones de clima más estable, con alta humedad relativa y con la temperatura más moderada. A parte de esto, en el control de plagas en el semillero mismo, también se puede inocular poblaciones de enemigos naturales de cara al control de plagas después del transplante, posterior a la estancia en el semillero. Algunos de los agentes de control biológico en semillero son los ácaros depredadores como Hypoaspis aculeifer cuyas presas preferidas son las pupas de trips y las larvas de mosca del mantillo. El Amblyseius cucumeris es un depredador de larvas de trips y de ácaros como la araña blanca. Dentro del grupo de las avispas parásitas son eficaces en el control biológico por su capacidad de búsqueda de la presa y se corresponden con Eretmocerus mundus, Diglyphus isaea y Aphidius colemani. En cuanto a los chinches depredadores son voraces, versátiles y capaces de eliminar grandes cantidades de insectos plaga en poco tiempo. El mejor remedio contra la mosca del mantillo, ya que, casi no existe control químico posible porque viven escondidas en el suelo, son los nematodos de la especie Steinermnema feltiae. Del mismo modo, el microclima del invernadero, con la temperatura bien regulada y una humedad relativa alta, se presta para el uso de varios insecticidas microbiolígocas, que son enfermedades específicas de los insectos, bacterias, virus y hongos, formulados como productos fitosanitarios. ir a métodos de producción