Expertos de la región de Sacramento ha comenzado a operar en el sector de fertilizantes procesando aguas residuales de los inodoros y convirtiéndolas en un abono que sea lo suficientemente seguro como para poderlo utilizar en cultivos de hortalizas. El proceso permite reciclar aproximadamente la tercera parte de los desechos, convirtiéndolos en bolitas inodoras y ricas en elementos nutrientes. Una empresa privada, Synagro, ha comenzado a vender el fertilizante con la marca Granulite para el abonado en cultivos de hortalizas, plantaciones de cítricos de Florida y campos de golf. Los “biosólidos” —o desechos corporales— se descomponen mediante bacterias antes de pasar por un horno que se encuentra a 1,500 grados de temperatura y que acaba con casi todos los patógenos y gérmenes. Éstos se empleaban normalmente en terrenos de juego y parques, pero el distrito de Sacramento ha conseguido hacer que el fertilizante sea lo suficientemente seguro como para poderlo utilizar en cultivos. La empresa que los está distribuyendo, Synagro, con sede en Houston, financió y construyó una nueva planta de procesamiento de fertilizantes valorada en 20 millones de dólares. De acuerdo con un contrato por importe de 270 mil dólares al mes, Synagro es propietaria, operadora y tiene derecho a los beneficios de la planta durante 20 años. Synagro prevé ganar 50 millones de dólares durante la duración del contrato, pero en 2025 el distrito de sanidad será propietario de la planta de dos acres y podrá producir y vender su propio fertilizante.