El aporte continuo de diferentes tipos de pesticidas en la lucha contra posibles plagas y enfermedades que puedan afectar a los cultivos propicia la necesidad de consumar un sistema para la gestión de los envases usado de fitosanitarios. En este sentido, la Planta de Tratamiento de Residuos Agrícolas de Ejido Medio Ambiente ha firmado un convenio de colaboración con el Sistema Integral de Gestión de Fitosanitarios (SIGFITO), mediante el cual se convierte en centro de agrupamiento de los envases de dichos productos. El coste de gestión de dichos residuos corre a cargo del sistema por lo que los agricultores que depositen sus envases vacíos de fitosanitarios en la Planta de Tratamiento de Ejido Medio Ambiente no deberá abonar nada por su gestión. Por otro lado, esta Planta de Tratamiento, entre otros proyectos de investigación, actualmente desarrolla una línea para el tratamiento de los fitosanitarios con la finalidad de abaratar costes de transporte hasta la zona de gestión final de envases y disminuir las afecciones ambientales que puede generar el traslado de los residuos peligrosos. Por este motivo, Ejido Medio Ambiente ha implantando en sus instalaciones, destinadas a la gestión de residuos peligrosos, las infraestructuras necesarias para su tratamiento integral. La puesta en marcha de este tratamiento integral supondría una serie de ventajas como son un menor coste de tratamientos de residuos al eliminar los portes a grandes distancias y menores alecciones ambientales al poder controlar in situ cualquier parámetro o efecto causante de contaminación. También se ofrecerá un servicio más eficaz al agricultor ya que dispone de una planta para el tratamiento integral de los fitosanitarios en la zona de mayor producción agrícola de la provincia almeriense, así como un menor coste para el agricultor al disminuir los costes de tratamiento, mayor control sobre la recogida, el transporte hasta la Planta y el tratamiento de los envases. Todo esto supone una mejora de la comarca en el mercado internacional al suponer el despegue hacia tendencias europeas de minimización, recuperación y reciclado, además, sería un elemento diferenciador ante otras regiones y países por conseguir que la comarca de mayor producción hortofrutícola cuente con un sistema que permite la gestión de sus propios residuos. De este modo, lo que previamente era un sistema de producción abierta en un ciclo cerrado, se convierten los residuos en materias primas para su posterior aprovechamiento. La tecnología de tratamiento se basa en la combinación de métodos físicos de trituración, lavado y secado con tratamientos químicos para la detoxificación del agua de lavado. Así, se pretende dar utilidad a unos residuos peligrosos generados en grandes cantidades por su empleo en los cultivos bajo plástico y conseguir que los envases más manejables al triturarlos se conviertan en un producto aprovechable para posteriores usos. La reducción del volumen ocupado para poder mejorar la operatividad y la obtención de un producto no contaminado procedente del tratamiento de envases que contienen productos de pesticidas con componentes contaminantes del medio son otros de los objetivos que Ejido Medio Ambiente quiere alcanzar. De esta forma, todas las iniciativas de Planta de Tratamiento de Residuos Agrícolas Ejido Medio Ambiente están en consonancia con lo que la legislación sobre residuos fitosanitarios requiere. Así según la Ley 10/98 de Residuos se consideran como peligrosos aquellos envases que han contenido residuos peligrosos, es decir, productos fitosanitarios. Asimismo, el agricultor es considerado el productor de residuos de envases fitosanitarios puesto que en su actividad los produce. Del mismo modo, la Ley establece que los poseedores de residuos estarán obligados, siempre que no procedan, a gestionarlos por sí mismos, entregarlos a un gestor de residuos para su valorización o eliminación o a participar en un acuerdo voluntario o convenio de colaboración que comprenda estas operaciones. Como complemento a esta legislación la Ley 11/1997 de Envases y Residuos de Envases, estableció un régimen singular para la recogida de los envases industriales o comerciales consistente en que la responsabilidad sobre la correcta gestión de este tipo de residuos corresponde a sus poseedor final, el agricultor, a menos que los envasadores decidan, voluntariamente, ponerlos en el mercado declarando las cantidades a producir anualmente y estableciendo un sistema para la gestión de los residuos generados. Del mismo modo, el Real Decreto 1416/2001 sobre envases de productos fitosanitarios implica el establecimiento de sistemas que aseguren un tratamiento adecuado de determinados envases industriales o comerciales cuya composición o la del material que hayan contenido presenten unas características de peligrosidad o toxicidad que comprometan su reciclado, valorización o eliminación o supongan un riesgo para la salud de las personas o el medio ambiente una vez utilizados o caducados. Así, la gestión ambiental correcta de los residuos generados tras su consumo sólo estaría garantizada si la puesta en el mercado de estos productos se lleva a cabo a través del sistema de depósito, devolución o retorno o, alternativamente, a través de un sistema integrado de gestión, medidas que contempla Ejido Medio Ambiente. Neme Martín