El uso de los nitratos es, en el 40 por ciento de los casos, el responsable de que aumente de forma considerable la producción de cualquier cultivo, pero también lo es, en muchos casos, de la contaminación de gran parte de los acuíferos almerienses. Estas son dos de las principales conclusiones extraídas del II Seminario Técnico Agronómico de la campaña 2007/2008, organizado por la Fundación Cajamar y Coexphal, que en esta ocasión versó, precisamente, sobre la ‘Situación y problemática del uso de nitratos en cultivos intensivos’, y que tuvo lugar el pasado jueves. Durante la jornada se puso de manifiesto que el uso de los nitratos es la fuente principal de contaminación de los acuíferos almerienses pero, muy especialmente, de los existentes en la zona del campo de Dalías. Sin embargo, estas sustancias son muy importantes para la agricultura de la provincia, ya que son unos de los fertilizantes más utilizados. Desde la Estación Experimental han llevado a cabo una serie de ensayos en distintos cultivos, como son el tomate, el pimiento y el melón, con el fin de conocer cuáles podían ser las prácticas de alto riesgo que contribuyesen a la contaminación de las aguas por el uso de los nitratos. El principal problema que acarrea el uso de estos fertilizantes nitrogenados es que si el cultivo en el que se está utilizando es sometido a un riego excesivo, el nitrato sobrante puede verse arrastrado por el agua y llegar, de este modo, a los acuíferos, provocando un serio daño medioambiental. Para paliar, en la medida de lo posible, la contaminación de estos acuíferos, es recomendable que los agricultores controlen el riego de sus cultivos, evitando así el exceso de agua, pero también que vigilen la cantidad de fertilizantes nitrogenados que utilizan en el abonado de sus tierras, para eliminar los sobrantes. La preocupación por este tipo de contaminación es tal que incluso una directiva europea recoge que para el año 2015 todas las reservas de agua han de estar limpias.