No es muy habitual ver bajo plástico una plantación de maíz dulce. Sin embargo, en los invernaderos de Almería ya se cultivan la mayoría de los productos agroalimentarios que demandan los mercados. Prueba de ello son las más de veinte hectáreas de maíz que tienen en producción socios de la cooperativa Hortamar. Estas explotaciones se encuentran en el término municipal de Roquetas de Mar y el manejo de estos cultivos es similar al que se lleva a cabo en extensiones al aire libre. Los frutos resultantes, las conocidas panochas o marzorcas son incluso de mayor calidad que las de cultivos tradicionales. Presentan una gran uniformidad en sus granos, y su sabor es especialmente dulce, lo que le confiere un agradable consumo. Según el presidente de esta cooperativa, Juan Montoya la producción que comercializan es mínima puesto que el mercado de este producto no es muy grande. "Ofertamos este producto como complemento al resto de frutas y hortalizas de nuestra cooperativa. Su cultivo es sencillo y para el agricultor supone una alternativa en sus plantaciones", explica Juan Montoya. R. Pérez ir a alimentos para tu salud