Ingenieros agrónomos pertenecientes al Departamento Rural de la Universidad de Almería investigan la manera de mejorar las condiciones ambientales del interior de los invernaderos, con las mallas anti-insectos. Para ello, necesitan crear nuevos materiales que sean capaces de contener el mayor número de insectos y así poder funcionar de manera alternativa al uso de productos fitosanitarios. Ésta es la razón por la que la empresa fabricante de mallas Criado y López, ha decidido ponerse en manos de la Universidad de Almería para analizar la calidad de sus productos y así poder mejorarlos. Según explica Antonio Jesús Álvarez, principal investigador en este tema, por un lado evaluan las características aerodinámicas de las mallas -insectos para comprobar qué influencia tienen en la ventilación de los invernaderos, y por otro, desarrollan un procedimiento para obtener las características geométricas de estos agrotextiles. Las mallas anti-insectos presentan ventajas como la de impedir la salida del invernadero de los insectos polinizadores y de los insectos utilizados en los programas de control biológico y, además, protegen a los cultivos de los fuertes vientos. Las mallas anti-insectos, ya de uso obligatorio en algunas comunidades autónomas, se sitúan en las aberturas de ventilación laterales y cenitales de los invernaderos para evitar la difusión de enfermedades víricas transmitidas por insectos