La horticultura intensiva almeriense ya emplea técnicas compatibles con la agricultura ecológica

La agricultura ecológica bajo invernadero ocupa en Almería ciento cincuenta hectáreas. Actualmente es una agricultura en minoría porque tiene una serie de factores limitantes como son los de índoles técnicos, económicos y sociales. “A pesar de esto la agricultura intensiva bajo plástico de Almería ya está desarrollando técnicas ecocompatibles con la agricultura ecológica como son un menor consumo de fitosanitarios, una concienciación por la salud y seguridad alimentaria, así como, el desarrollo de la producción integrada, el control biológico o la reutilización de los residuos agrícolas a través del compostaje de los mismos que favorece la sustitución de fertilizantes minerales por orgánicos propios de una agricultura ecológica” expresó Eduardo Fernández, del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería y director de la Oficina de Transferencias de Resultados de la Investigación de la UAL, en la tercera jornada del curso sobre agroecología. “Si pensamos en agricultura ecológica lo primero que podemos pensar es que los invernaderos tiene un plástico que no es degradable. Pero también hay que pensar que se están incorporando propiedades que dan lugar a los plásticos fotoselectivos que permiten un mejor desarrollo de la planta y unos efectos sobre la presencia de patógenos, con lo que ya estamos reduciendo los tratamientos fitosanitarios en los cultivos”, consideró Eduardo Fernández.

“En Almería son ocho especies las que se cultivan por tanto hay la suficiente diversidad de especies adaptadas para poder hacer rotaciones de cultivo que es una premisa básica de la agricultura ecológica”, expresó Eduardo Fernández. Por otra parte, las infraestructuras de los invernaderos son de tipo parral, raspa y amagado pero sometidos a un proceso de mejora y reconversión. Esta estructura juega un papel muy importante, ya que, permite el ahorro de energía que es lo que pretende una agricultura ecológica. Además, otro punto a su favor que tiene la horticultura intensiva almeriense es la utilización de las mallas anti-insecto para prevenir la entrada de patógenos y reducir los tratamientos fitosanitarios. Del mismo modo, Eduardo Fernández señaló que en Almería, a petición de la industria de fitosanitarios se están desarrollando en colaboración con la Universidad investigaciones para paliar los efectos sobre las personas de la exposición a plaguicidas. Para Eduardo Fernández, Almería está cambiando y ha desarrollado planes de higiene rural, reciclado de plásticos, rafias biodegradables, ha puesto en marcha restricciones al transporte, producción ecológica, ahorro de agua, entre otras pautas. “El paso previo a una agricultura ecológica es la producción integrada y Almería ya cuenta con más de mil hectáreas de producción integrada”, explicó el director de la OTRI. “Lo que se trata de exponer en esta conferencia sobre ‘Factores limitantes para el desarrollo de una horticultura ecológica’ son los agujeros que el concepto de Agricultura Ecológica tiene en el reglamento legal de la Unión Europea donde en algunos casos encontramos artículos que no tienen fundamentos técnicos ni científicos”, explicó el director del curso sobre agroecología Julio César Tello Marquina, Catedrático de Producción Vegetal de la UAL. M. Belén Garre

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