El medio centenar de paneles solares de esta planta está instalado sobre una superficie de 44 metros cuadrados en la finca Las Palmerillas, concretamente en la cubierta del edificio de oficinas de la Estación Experimental de Cajamar. Los módulos se han colocado orientados al Sur e inclinados 30º. El periodo estimado de vida de los paneles fotovoltaicos es de entre 25 y 30 años. En comparación con una central térmica de carbón, la energía fotovoltaica evita la emisión a la atmósfera cada año de 8 toneladas de CO2, 166 kilogramos de SO2, causante de la lluvia ácida, y 25 kilogramos de NOx, que destruye la capa de ozono. El responsable de este proyecto es el doctor en Ciencias Físicas, Guillermo Zaragoza, quien destaca la reducción de las emisiones contaminantes que conlleva esta producción energética, así como esta iniciativa pionera en Almería, cuya intención es concienciar de la necesidad de aprovechar los recursos naturales de la provincia. La inversión para estas instalaciones se ha sufragado con la ayuda del programa PROSOL, patrocinado por la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico de la Junta de Andalucía y gestionado por la Sociedad para el Desarrollo Energético de Andalucía, SODEAN, SA. Este programa contempla una subvención a fondo perdido del 40% del coste y la financiación del 60% restante. En el caso de Cajamar, primera iniciativa de este programa en Almería, el coste de la inversión ha sido de 6,6 euros por vatio. El sistema lo ha instalado la empresa Energía Solar Almería, SL, firma que está encargada de su mantenimiento. Una planta de características como la de la Estación Experimental de Cajamar, de 5 kilovatios y conectada a la red, que cuenta con la ayuda de la venta de la energía producida a la compañía eléctrica, se amortiza en un plazo estimado de 8 ó 9 años.