Con diferencia a otras provincias en las que la sequía de este año ha sido un grave problema, Almería a pesar de ser uno de los lugares más secos de toda España, se encuentra al margen con respecto a este tema. Esto es así debido a su buena administración del agua sobre todo en lo que respecta a la agricultura, que es en realidad de lo que viven la mayor parte de los ciudadanos almerienses y de lo que depende toda la provincia. Aunque en Almería veamos una zona aparentemente seca, con un paisaje desértico, inundado de invernaderos y sin verdor, en realidad sabe muy bien aprovechar el agua de la que dispone y de la que dedica el 90% a la agricultura, debido a que el fenómeno de los invernaderos ha sobrepasado fronteras. La mayor parte del agua que recibe Almería, procede de los pantanos de Beninar o Cuevas de Almanzora, así como también de Sierra Nevada. Según la Junta de Andalucía, el déficit estimado es de 160hm3 anual, de ahí que los agricultores sean conscientes de lo importante que es el agua para su futuro, y por lo que las plantas reciben el agua justa que necesitan y nada más. Según cita un artículo del Diario La Vanguardia del día 5 de agosto, los agricultores de Almería ahorran agua no porque les salga cara, sino porque saben que es escasa. Por ejemplo, los socios de la comunidad de regantes Sol Poniente pagan 0,10 céntimos por m3, por lo que el agua supone menos del 10% del coste de la agricultura. También La Vanguardia cita que según José Antonio Peña, director del colegio de Balerma, el problema principal de esta zona no es la escasez y contaminación del agua, sino la cantidad de invernaderos que existen en la provincia y que cada día construyen más y en lugares en los que es peligroso o está prohibido.