Los cuatro coincidieron en identificar ciertos cambios que están afectando al modelo tradicional de comercialización que venía aplicando el campo almeriense. Así, se detuvieron especialmente en la pérdida de competitividad, explicada, según David del Pino, por un mayor nivel de vida, la escasez y carestía de los recursos, la subida del petróleo y la apertura de los mercados. Ferrán Cabrera, por su parte, definió la situación del sector en origen como un escenario caracterizado por la saturación del mercado, el aumento de las exigencias de calidad, la desestacionalización de las campañas, el estancamiento de la demanda, la liberalización de los mercados, la internacionalización del sector y el aumento del consumo de productos de importación. Asimismo, detalló otros cambios como el que se ha producido en la aplicación de pesticidas, que peligra; la creciente complejidad en el negocio, el mayor poder de decisión de la gran distribución, la coyuntura de negociación de la Organización Común de Mercados (OCM), la difícil economía de los productores, que no cubren costes; los cambios en los hábitos de los consumidores, y el mayor dinamismo que, en general, presenta el sector. Precauciones David del Pino analizó la concentración de la oferta, una solución que permitiría ganar en poder de negociación ante la distribución. El director general de Carchuna La Palma advirtió, no obstante, que ésta no es una opción que haya que aplicar a la ligera porque se haya puesto «de moda», sino que es importante tener un proyecto empresarial a largo plazo y, sobre todo, encontrar una empresa «con la que se congenie». La concentración de la oferta también fue analizada por el profesor Emilio Galdeano, quien señaló como limitaciones de la provincia almeriense la descoordinación y la desorganización, la carencia de acciones conjuntas, y la falta de capacidad para reaccionar ante campañas de descrédito. Ante ello, señaló, es imprescindible trabajar por una alta calidad de los productos, conceder gran importancia a la promoción y buscar la oferta de hortalizas durante todo el año. La segunda mitad del Congreso la abrió Ferrán Cabrera, con su presentación de nuevos mercados en Europa del Este. Cabrera señaló la importancia de nueve países -República Checa, Eslovaquia, Polonia, Hungría, Eslovenia, Croacia, Rusia, Bosnia-Herzegovina y Rumania-, que suman 218 millones de potenciales consumidores. El experto conocedor del mercado checo aseguró que «aunque son mercados muy difíciles, merece la pena abordarlos, porque tienen muy buenas referencias del producto español». Cerró la jornada el análisis de Manuel Rodríguez sobre la marca única. Para Rodríguez, la creación de una marca colectiva, en la que hay que involucrar a todos los agentes del sector para que participen, puede ser una fórmula de posicionamiento frente a países terceros. MIRIAM BUIL