Una empresa italiana está llevando a cabo una serie de pruebas de campo en el municipio almeriense de Gádor para comprobar la eficacia de un modelo de invernadero en el que no es necesaria tierra alguna para cultivar. De hecho, Aeroponic -así se llama el sistema- consiste en mantener las raíces de la planta al aire libre, dentro de un canaleta, oxigenada y alimentada con la presión necesaria. Este sistema pionero, según informaron desde el Ayuntamiento de Gádor, consigue ahorrar hasta el 50 por ciento del agua que consume cualquier planta habitualmente. Asimismo, desde la empresa que está llevando a cabo el proyecto informaron que, puesto que la mayoría de las enfermedades que adquieren los cultivos proceden, por lo general, del suelo y, por tanto, son transmitidas a través de las raíces, el hecho de que éstas se encuentren completamente aisladas evita gran parte de estos problemas. Por último, y como otra de las ventajas fundamentales que podría tener este nuevo sistema, desde la empresa señalaron que estas instalaciones tienen una vida estimada de 20 años, frente al año, de media, que duran el resto de sustratos que se emplean en los cultivos de la provincia, como pueden ser la lana de roca, la fibra de coco o la perlita. Además, el sistema facilita la retirada de las plantas viejas y una nueva plantación. De momento, los resultados obtenidos han sido muy positivos y, a pesar de que las experiencias se están realizando con cultivos de tomate, pepino o calabacín, lo cierto es que puede funcionar con cualquier otro cultivo que no tenga una raíz leñosa. Además, este sistema estaría especialmente indicado para las zonas en las que las características del suelo no sean las más propicias.