La alimentación mediterránea emerge como un factor determinante para el incremento de la calidad de vida y el bienestar del colectivo de mayores, que, en consecuencia, puede ver incrementada su esperanza vital si basa su dieta cotidiana en los productos que configuran la gastronomía andaluza. Así lo puso de manifiesto la V Jornada del Ciclo de Conferencias Alimentación Saludable organizada por el Instituto Europeo de la Alimentación Mediterránea (IEAMED), entidad adscrita a la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y gestionada por la Empresa Pública Desarrollo Agrario y Pesquero, en el Centro Cívico Beiro de Granada. Allí, los mayores granadinos fueron objeto de la ponencia ‘Alimentación mediterránea y longevidad saludable’, con la que el presidente de la Asociación de Diplomados Universitarios en Nutrición Humana y Dietética de Andalucía (ADUNDA), Luis Morán Fagúndez, expuso la importancia de que huyan de productos poco saludables y, como tales, perjudiciales para su salud y su autonomía personal. El conferenciante recordó, en este sentido, que una alimentación presidida por las legumbres y los cereales, las frutas y hortalizas, el pescado, la carne y los lácteos, sin olvidar el indispensable aceite de oliva ayuda de un modo decisivo a la prevención de dolencias cardiovasculares y de la aparición de patologías graves como el cáncer. Todo ello, junto a la complementaria práctica de alguna actividad física y la tradicional siesta, actúa como un agente primordial, algo sustentado por numerosos estudios científicos, para el freno del envejecimiento en la lucha de los mayores por enmarcarse en los límites de lo que se denomina como una longevidad saludable.