Desde los años sesenta hay una creciente demanda de productos hortícolas almerienses, y esto supone que este tipo de uso de suelo vaya creciendo y que se vayan abandonando tierras que antes se usaban para esta actividad. Para Puigdefábregas esto supone ciertos problemas, puesto que abandonando las tierras no siempre sucede como habitualmente se cree, es decir, la vegetación generalmente no crece en estos suelos abandonados. Juan Puigdefábregas divide en dos grupos la situación actual del suelo almeriense. Por un lado estaría la desertificación heredada, que son tierras que se abandonan y si no se mantienen se erosionan y aparecen cárcavas subterráneas. De otro modo, cuando los factores que la desencadenaron ya no son operativos, entonces la población de esa tierra ya se ha ido y vemos son las consecuencias. “Lo más importante es detectarla, para así poder remediarla. Es cuestión de manejo del territorio o restauración del terreno” aclara el profesor. En lo que ellos denominan desertificación activa, en contraposición en con la heredada, aparece cuando los factores que la promueven son operativos y esto sucede sobre todo con los cultivos intensivos, y con todos los problemas que esto conlleva como el agotamiento de acuíferos, “este es el punto mas caliente de la desertificación”. El proyecto esta dividido en diez módulos de trabajo, uno para cada tema. Esto se unirá a en una serie de flujos de información que confluirán en un sistema general de modelos, para usar como un instrumento. Según Puigdefábregas hay que darle al proyecto una forma, para que puedan utilizarla las personas interesadas, que principalmente serán técnicos y responsables de la administración publica. Intervienen en este proyecto todos los países del norte mediterráneo europeo y del centro de Europa. Su aplicación se pretende que sea tanto en la parte norte, como en la del sur del mediterráneo y en países representativos de este problema en el mundo como son Senegal, Chile y el noroeste de China. Actualmente la investigación se encuentra su fase inicial y en el trabajo que desarrollarán en estos primeros meses será el de crear una base de datos y codificarlos. En segundo lugar, los cuarenta grupos que conforman la investigación, tienen que ponerse de acuerdo para definir los modelos que se van a usar y que estos conjuntamente puedan ser entendidos. En principio, este trabajo más laborioso pretenden finalizarlo para finales de año y a partir de ahí seleccionar los modelos que van a usarse y probarlos. La idea es que en el tercer año el proyecto este terminado todo el proyecto; el cuarto año se dedicará a convertir los productos de la investigación, en productos utilizables para los usuarios; y finalmente, el quinto año servirá para hacer cursos dirigidos a las personas interesadas, y actividades demostrativas en los países participantes. Las aplicaciones en Almería se desarrollarían por dos vías: una dirigida como herramienta para el Plan Nacional Español de Desertificación y la otra para el Plan Andaluz de Desertificación. Esto permitiría a la Administración tomar medidas con antelación ante los problemas de desertificación que se puedan prever. “Esto permitirá tomar decisiones antes de que el problema pueda se más grave” apunta el profesor. La investigación está subvencionada por la Unión Europea y el trabajo se enmarca dentro del marco de proyectos integrados. Son muy pocas investigaciones las que entran en este grupo puesto que son muy costosas. Además de la Estación Experimental de las Zonas Áridas, el grupo de Hidrogeología de la Universidad de Almería trabaja en el proyecto. Otros grupos estatales colaboran también como es el Grupo de Agricultura Sostenible de Córdoba y otro de la Universidad de Valencia. Asimismo, desde Zaragoza colabora el Instituto Agronómico Mediterráneo, donde se organizaran los cursos una vez finalizado el proyecto. La idea de comenzar un proyecto sobre la lucha contra la desertificación surgió en el año 2003 y una vez que desde la Unión Europea dieron luz verde a la investigación, el grupo de investigadores presentó el proyecto definitivo, se aprobó. En marzo de 2005 comenzaron con la investigación y el proyecto se prolongará hasta el 2010. Las reuniones entre los países implicados se celebrarán anualmente, por lo que la próxima reunión se celebrará en marzo de 2006. Además de estos encuentros de carácter anual, los diferentes grupos de trabajo se juntan para periódicamente para ver el avance de los mismos. Eunate Serrano