Una variante de este ensayo es, que además de usar productos ecológicos, la utilización de las trichodermas, que concretamente son unos hongos que resultan beneficiosos y que permiten controlar preventivamente la aparición de enfermedades en las plantas. «Esto produce un doble efecto y usamos las trichodermas como agentes de control biológico» añade el investigador. Estos hongos preventivos actúan de dos formas. La primera de ellas de forma parasitaria y de esta forma compiten con los nutrientes y con los espacios que estos colonizan. Y la segunda forma de actuación crea una barrera en la raíz de la planta que impiden la entrada de hongos patógenos. Uno de los objetivos fundamentales para los investigadores es analizar la respuesta productiva de la planta y constatar si aparecen o no enfermedades fúngicas en este ensayo. En estos momentos los investigadores están inmersos en el desarrollo del proyecto y en el cual trabajan conjuntamente con la Delegación de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Coexphal, Agrocolor y Agrobío. El ensayo se encuentra en un momento de desarrollo puesto que lo están realizando en un cultivo de pimiento que plantaron en el mes de agosto. «Ahora mismo en las tres parcelas que tenemos para la investigación, tanto el tratamiento convencional, el ecológico, como el de trichodermas no presentan muchas diferencias entre ellos, lo que sí estamos viendo es que el uso de las trichodermas favorece el crecimiento de la planta, aporta conjuntamente nutrientes y provoca una estimulación en el desarrollo inicial del cultivo», destaca Juan Carlos Gázquez. A pesar de estos resultados preliminares los investigadores quieren seguir aunando más en el ensayo para cerciorarse mejor en estos resultados. En la realización del estudio los expertos no están detectando por el momento ninguna de las enfermedades más habituales que pueden desarrollarse en los cultivos de pimiento. Además del pimiento, la idea de los investigadores es ir rotando de cultivo ecológico para ver cómo reaccionan otras hortalizas con estos sistemas de fertilización. Así, primeramente probaron estas técnicas con tomate, pepino o judía, productos que son habituales en la producción de la provincia almeriense. “Estamos probando rotar de cultivos e intentamos llevar esta alternancia como la que se podría hacer en cualquier finca de agricultura ecológica y además hemos convenido que resulta favorable establecer esta rotación” destaca el experto. En relación a las posibilidades que tienen los cultivos de Almería de poder desarrollar agricultura ecológica, el ingeniero agrónomo de la Estación Experimental de Cajamar ‘Las Palmerillas’ apunta que es un campo que tiene muchas posibilidades de avance en la provincia, porque es una agricultura respetuosa con el medio ambiente, con el agricultor y el consumidor, por lo que tendría una buena proyección. Eunate Serrano