La presencia en invernadero de Bemisia tabaci –mosca blanca– y Frankliniella Occidentalis –trips– fue significativamente menor en los plásticos antiplaga que en el testigo, siendo menor para el plástico con mayor absorción UV. En cuanto al comportamiento de los polinizadores –abeja y abejorro– se encontró una mayor actividad bajo el plástico testigo, aunque no afectó a la polinización. Insectos El grupo de investigadores advierte que los dos insectos que mayores problemas provocan en los cultivos de invernadero son Bemisia tabaci y Frankliniella occidentalis, fundamentalmente por su carácter de transmisores de virosis a los cultivos. La movilidad de estos insectos está condicionada a la presencia de radiación ultravioleta procedente del sol. «Reduciendo la radiación, mediante plásticos que absorban esa franja, se limita la presencia de los insectos», indica López. Sin embargo la ausencia de la radiación UV también limita la movilidad de los insectos polinizadores. Éste es un tema que actualmente está en estudio, aunque recomiendan para hacer compatibles los filmes antivirus y la polinización con insectos, colocar las colmenas antes para que se acostumbren al entorno, aumentar el número de colmenas por superficie, o colocar las colmenas próximas a las ventanas. Tres plásticos para luchar contra plagas El grupo de investigación perteneciente al Área de Horticultura de la Estación Experimental de la Fundación Cajamar ha estudiado tres plásticos diferentes para la cubierta del invernadero. Concretamente se centraron en un testigo y dos antiplagas con diferente absorción en radiación ultravioleta (UV). «Se determinó el comportamiento de los polinizadores, la presencia de plagas así como la producción, para dos cultivos cultivos de carácter de importancia en la provincia como son el melón y el tomate», explica Juan Carlos López. Los investigadores concretaron otros factores de adaptación de los polinizadores, como el estado del cultivo, climatología, pesticidas, estructura del invernadero y colmena. Eunate Serrano