Las buenas condiciones climatológicas de la costa mediterránea almeriense para el cultivo de hortícolas en invernadero se basan en la suavidad de las temperaturas, influidas por la proximidad del mar, y en las buenas condiciones de radiación solar, con abundancia de días soleados. El sol es la fuente de energía para el crecimiento y desarrollo de las plantas en Almería, convirtiéndose en el principal insumo de la bioproductividad vegetal. Por este motivo no es imprescindible para cultivar utilizar otros métodos como la calefacción. La luz solar proporciona el calor necesario para poder producir en meses de invierno, donde en otras zonas sería una utopía la agricultura debido a las bajas temperaturas propias de esta época. El material plástico utilizado en las cubiertas de los invernaderos capta la radiación solar y mejora la transmisividad incrementando la productividad de las plantas.