Investigadores de la Universidad Pública de Navarra trabajan en el desarrollo de un bioinsecticida para combatir una plaga que afecta al tomate y a la judía verde

El "taladro del tomate" es el nombre con el que se conoce una plaga de insectos que, por su carácter polífago, causa daños muy graves en distintas plantas, como el tomate y la judía verde, dos cultivos de gran importancia económica en Navarra. Su peligrosidad es mayor si se tiene en cuenta que esta plaga ha desarrollado resistencias a los insecticidas químicos, incluso a los más modernos, por lo que un equipo de investigadores de la Universidad Pública de Navarra ha comenzado a trabajar en el desarrollo de un bioinsecticida que sirva como medida alternativa de control. El equipo de investigadores, dirigido por la profesora del Departamento de Producción Agraria Delia Muñoz Labiano, está integrado por la profesora Rosa Murillo Pérez y el doctorando Rodrigo Lasa Covarrubias, todos del grupo de Protección de Cultivos. El proyecto, titulado "Caracterización de aislados del nucleopoliedrovirus múltiple de Helicoverpa armigera para su desarrollo como materia activa de bioinsecticidas", ha sido subvencionado por el Gobierno de Navarra, dentro del programa de Ayudas del Plan de Formación y de I+D, con 28.450 euros para dos años. Una plaga mundial El insecto Helicoverpa armigera, que es el nombre científico del lepidóptero conocido como "taladro del tomate", se encuentra ampliamente distribuido en Europa, Oriente Medio, África y Oceanía, donde se le considera una plaga muy grave. En España ha sido tradicionalmente una de las plagas más importantes en algodón y maíz, pero desde hace algo más de una década se está convirtiendo en una plaga temible también en diversos cultivos hortícolas, explica la profesora Delia Muñoz. "Estos insectos tienen predilección por los frutos, penetrando en su interior, donde se alimentan y, frecuentemente, emigran de un fruto a otro pudiendo destruir varios a lo largo de su desarrollo larvario", añade.

El control de esta plaga con insecticidas orgánicos de síntesis, "además de los problemas de toxicidad y medioambientales que plantea, está resultando poco eficiente por la gran capacidad de este insecto para desarrollar resistencias a una gran variedad de materias activas", señala la profesora. De ahí que el Comité Internacional de Acción para la Resistencia a Insecticidas haya recomendando "encarecidamente" la puesta en práctica de medidas de control alternativas, "entre las que destaca de forma muy importante el control biológico con baculovirus, virus exclusivamente patógenos de insectos, que presentan un gran número de propiedades favorables para su desarrollo como bioinsecticidas", indica. Experiencia contrastada Actualmente existen alrededor de 40 productos disponibles en distintos países para diferentes especies de lepidópteros plaga, cuya materia activa es un baculovirus. Entre ellos se encuentran algunos especialmente desarrollados para el control de H. armigera en algodón, pero todavía no existen productos específicos para cultivos hortícolas. Éste es, precisamente, el objetivo del citado equipo de la Universidad Pública de Navarra: diseñar un bioinsecticida que sirva como medida de control. En concreto, en una primera fase, que es la que corresponde al citado proyecto de investigación, se realizará la caracterización bioquímica y biológica de las cepas más específicas de H. armigera que se encuentran en la extensa colección de cepas de baculovirus que posee el grupo de investigación; y posteriormente, se seleccionarán y formularán aquéllas que presentan mejores características biológicas para su futuro desarrollo como bioinsecticidas. Esta primera fase durará dos años -hasta finales del próximo año 2006-, y, según señala Delia Muñoz, el desarrollo completo del bioinsecticida "podría estar en otros dos años más". Según señala, "con la experiencia que tenemos, esto no sería difícil, puesto que ya estamos en la fase final de otros bioinsecticidas". Cabe indicar que el grupo de Protección de Cultivos de la Universidad Pública de Navarra ha llevado, durante sus 11 años de andadura investigadora, una importante trayectoria encaminada al desarrollo de baculovirus como bioinsecticidas. Actualmente el grupo está colaborando con una empresa para la producción de un producto muy eficaz contra las larvas de Spodoptera exigua, otro lepidóptero de gran importancia hortícola.