Expertos españoles trabajan en la reducción del uso herbicidas para controlar las malas hierbas

Expertos en control de las malas hierbas trabajan en la actualidad en buscar fórmulas que permitan reducir las dosis de herbicidas que se incorporan al ecosistema manteniendo la eficacia en el control de estas plantas para favorecer así al propio cultivo, al medio ambiente y a la salud humana. Fernando Bastida, miembro de la Sociedad Española de Malherbología y secretario del comité organizador del congreso que esta institución celebra desde hoy en Huelva, explicó que la idea es 'mantener la eficacia en el control de las poblaciones de malas hierbas y reducir en la medida de lo posible la cantidad de herbicidas que añadimos al ecosistema para intentar paliar los efectos negativos que en él producen'. En este sentido, apuntó que 'añadiendo determinados compuestos a la solución herbicida se pueden mejorar sus cualidades de adhesión y penetración en los órganos de la planta y conseguir que con una menor dosis de la materia activa del herbicida, que es la que puede tener problemas medioambientales para la salud humana y el medio ambiente, consigamos mantener la eficacia sobre las malas hierbas que queremos controlar en el cultivo'. Según Bastida, 'entre los pesticidas, el herbicida es el más usado para el control de plagas y su uso plantea numerosos problemas que trascienden al ámbito agrícola y que alcanzan todos los ámbitos de la sociedad, como pudo ser en su día el aumento de la concentración de herbicidas en el pantano de Iznájar'. Por ello, manifestó, 'el propósito último de la malherbología como disciplina trasciende al ámbito agronómico o agrícola y alcanza al conjunto de la sociedad por el impacto que sobre la salud humana o el medio ambiente tienen las prácticas de control de malas hierbas, particularmente el uso de herbicidas, el método más utilizado con este propósito'. Por su parte, José Luis González Andújar, presidente de la Sociedad Española de Malherbología, dijo a Efe que en España se gastan 'varios de cientos de millones de euros al año' en herbicidas, una cifra muy superior 'a la destinada para el control de insectos de plagas o fitopatologías', siendo Andalucía 'la comunidad autónoma española que más compra este tipo de productos'.

Pese a esta realidad, González apuntó que en el control de malas hierbas, al margen del uso de herbicidas, se está trabajando en líneas de investigación 'muy novedosas', como la identificación de malas hierbas a través de la teledetección espacial, el uso de la tecnología de la información o el desarrollo de modelos matemáticos de investigación, tanto desde el punto de vista teórico como práctico. El objetivo de todas estas líneas de investigación es, según González, 'rentabilizar los ingresos de los agricultores, ya que la presencia de malas hierbas en sus cultivos produce daños económicos muy cuantiosos en la producción; se trata por tanto de reducir al máximo esos daños'. Por último, Julio Menéndez, presidente del Comité Organizador del X Congreso de la Sociedad Española de Malherbología, explicó que el objetivo del congreso que lleva por título 'Malherbología ibérica y magrebí: soluciones comunes a problemas comunes' es 'ver los problemas comunes a los cinco países en tema de control de malas hierbas y que soluciones podríamos poner compartiendo recursos humanos e investigadores'. Destacó que el problema de las malas hierbas es concomitante a la propia agricultura, 'se trata de especies de plantas que afectan al cultivo y que establecen con él una competencia, bien por agua, por luz, o por nutriente, por ello lo que debemos conseguir es que el cultivo 'logre sombrear a las malas hierbas antes de que esto ocurra'.