Verdes, rojos, amarillos... Los pimientos, llenos de color y nutrientes, llegaron desde México, Bolivia y Perú cargados con una gran cantidad de vitamina C. Esta verdura es una de las plantas que posee mucho de esta vitamina en el mundo; supera incluso a los cítricos (naranjas, limones, etc.). Los pimientos rojos son los que más vitamina C tienen, y mucho mejor si los consume después de haber pasado alguna enfermedad, porque sus propiedades ayudan a incrementar las defensas y a superar la convalecencia. Otro de los beneficios del pimiento está en que estimulan el apetito. Los frutos crudos son más digeribles que los cocidos y además, favorecen la digestión al estimular los jugos gástricos y biliares. Dentro de las bondades para el aparato digestivo cabe mencionar sus propiedades antidiarréicas y antivomitivas. También son adecuados para las personas con estómago delicado. ¿Deprimido? Tal vez una ensalada de pimiento le ayude. Este alimento es muy rico en triptófano, una sustancia que ayuda a combatir los síntomas de la depresión. El pimiento también es un alimento con un alto contenido de potasio, pero pobre en sodio. Esta combinación le confiere una suave acción diurética que favorece la eliminación del exceso de líquidos y de toxinas del organismo. Si está planeando un embarazo, o si ya está embarazada, los pimientos no deberían faltar en su diaria alimentación. Su alto contenido en folatos asegura el correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación. Vitamina C y su poder desintoxicante El gran contenido de vitamina C del pimiento lo convierte en un alimento esencial para los que buscan desintoxicar su organismo. Esta vitamina es igualmente importante para la adecuada absorción del hierro, del calcio o de otros aminoácidos.La vitamina C también ayuda en la curación de las heridas. Su deficiencia provoca una debilidad general en el organismo, manifestada en síntomas como cabello frágil, encías que sangran, heridas que no cicatrizan, perdida del apetito, etc.