Sector agrícola Esta Nueva Cultura del Agua, es un reto para todos, sin embargo la incidencia de la misma en el sector agrícola es sin duda determinante. La tendencia de la nueva agricultura, tiende a fomentar cultivos ecológicos frente a cultivos tradicionales, el mercado está cambiando y por tanto los modos de producción. Si a todo ello se suma las políticas europeas trasversales que afectan a la Agricultura como la Directiva Marco de Aguas u otras más específicas como la eliminación de la contaminación difusa (herbicidas, pesticidas, nitratos, etc.) no hay otra alternativa que aplicar los conceptos del desarrollo sostenible a este importante sector productivo, por tanto hablaremos de agricultura sostenible. La aplicación de la Directiva va a suponer el planteamiento de un nuevo modelo tarifario con el objeto de recuperar los costes, siendo un elemento clave en la gestión adecuada del recurso hídrico, aunque todo ello se realizará mediante la implantación de tarifas progresivas tanto en agricultura, como en abastecimiento. El nuevo modelo de gestión del agua supone la articulación de un mercado de la misma, a partir de los Bancos Públicos que permitirán el intercambio de los recursos hídricos, así como la reasignación apropiada, mediante mecanismos de control de los recursos. No se debe olvidar la importancia que supone la innovación en las técnicas agronómicas y de riego. Por poner un claro ejemplo, de todos conocido, como las técnicas de irrigación empleadas en el Campo de Dalías en Almería, son las más avanzadas que se utilizan en Andalucía, así como las técnicas agronómicas de carácter ecológico como el uso de vectores de polinización. Sin embargo, la necesidad de agua es urgente tanto como la gestión de las aguas subterráneas.