La empresa Desarrollo Hortofrutícula, encargada de la exportación de clementinas de productores agrícolas españoles, gestionará el envío de 15 millones de kilos de clementinas a Estados Unidos, según el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Añade que la mercancía partirá desde el puerto de Gandía (Valencia), aunque todavía no hay una fecha concreta, se prevé que los primeros cargueros zarpen entre el 12 y el 15 de octubre y que la campaña finalice sobre la segunda mitad de diciembre. Precisa que las naranjas ya han cogido el color y calibre adecuado en los árboles y ya han comenzado a ser recolectadas para su comercialización en el mercado americano. Se espera que este año se alcancen las cifras del pasado ejercicio, por lo que serán alrededor de 15 millones de kilos de naranjas los que se exporten hacia el puerto de Nueva York. Una vez allí, se distribuirán por los Estados que tengan autorizada la entrada de mercancía española y se espera que, con esta cantidad, sean unos cinco o seis barcos los que crucen el Atlántico desde la costa gandiense. Además, según Desarrollo Hortofrutícola, este año el pedrisco ha respetado los naranjos, por lo que se espera que la campaña sea "un poco mejor". Independientemente del tiempo que un buque tarda en llegar hasta el puerto neoyorquino, las naranjas pasan 14 días desde que comienzan a ser tratadas hasta que se descargan. Se les aplica un tratamiento en frío, y tras haber sido conservadas en las cámaras frigoríficas del puerto, se almacenan en los contenedores a una temperatura constante y aproximada de 1,5 grados centígrados, indica. El género que se exportará es la clementina, más conocida como mandarina, ya que desde Gandía no se suele exportar naranjas a Estados Unidos, mientras que la demanda de la mandarina se mantiene siempre alta. No obstante, el año pasado debido a las heladas sufridas en California, desde el puerto español de Gandía se exportaron también naranjas, además de clementinas. El "espectacular" interés de los americanos por la fruta del sureste español supone un fuerte estímulo al sector, que en los últimos años ve cómo la reducción de precios y la competencia en el mercado está minando considerablemente los beneficios, según destaca el ICEX.