El 61 por ciento de los beneficios finales de una empresa se debe a la innovación en la producción. Ésta fue una de las conclusiones que se ofrecieron ayer durante las Jornadas de Divulgación de la Actividad que la Fundación Ual-Anecoop organizó en la Escuela Politécnica de la Universidad de Almería. Este dato quiere decir que una empresa vende el 14 por ciento de su producción innovadora, reportándole más del 60 por ciento de los beneficios netos finales con los que puede contar la entidad. De este modo, según Joan Mir, director de Estrategia y Marketing de Anecoop, la innovación es el motor principal del gran consumo. Las empresas que no innovan fracasan o, en el mejor de los casos, se quedan planas, es decir, estancadas. Es por ello que los nuevos productos tienen un impacto decisivo sobre los ingresos de la empresa. Así, según informó Mir, en España, en el año 2006, las empresas se gastaron 600 millones de euros en investigación, un dato más que interesante. Sin embargo, la cifra que más cabría destacar en estos momentos es que el número de investigadores en nómina en una entidad ha aumentado en un 50 por ciento.