La organización agraria Coag ha mostrado un estudio en el que se revela un alto grado de emisiones de dióxido de carbono en Centroeuropa. Encuadrado en esta línea de trabajo, el sensor ‘Sciamachy’, instalado a bordo del satélite ambiental Envisat de la Agencia Estatal Europea, ha captado por primera vez la distribución regional del dióxido de carbono generado por las actividades humanas. Las imágenes revelan un nivel elevado de este gas sobre la región comprendida entre Amsterdam y Frankfurt. En este sentido, los invernaderos centroeuropeos se caracterizan por el uso intensivo de potentes sistemas de calefacción para mantener la temperatura de los cultivos. Con ello, Coag, una vez más, ha mostrado cómo la agricultura almeriense se caracteriza por una escasa dependencia de los factores energéticos y constituye un sumidero natural del dióxido de carbono emitido por el resto de sectores industriales de la provincia.