La Ual busca herramientas para que los invernaderos europeos ahorren energía

La Universidad de Almería colabora en un proyecto internacional cuyo fin es optimizar la enegía que emplean los invernaderos. El equipo está formado por otros trece centros europeos (entre ellos, la asociación de productores almerienses COEXPAL) y cada uno dirige una parte de la investigación. La UAL está centrada en los patrones de calidad que han de regir en los países de la Unión. Según los últimos informes del sector, un invernadero destina un 78 por ciento de su presupuesto a los costes de producción, en su mayoría derivados del consumo energético. Este dato preocupa a la industria europea ya que, aunque es la primera potencia mundial (41.000 hectáreas bajo plástico), la competitividad de sus productos peligra si no logra reducir gastos y trasladar ese abaratamiento a los precios finales. Junto a lo estríctamente económico, esta dinámica afecta también a la conservación medioambiental: los miembros de la UE lo tienen así más difícil para cumplir los acuerdos internacionales que han firmado y su sector agrícola, en concreto, corre el peligro de aparecer ante la opinión pública como enemigo de la sostenibilidad. Este problema común ha hermanado a instituciones de varios países y ya trabajan para optimizar el consumo de energía en los invernaderos. La UAL, una de las universidades mediterráneas que más tiene que decir sobre el tema, es la encargada de estudiar cúales son los patrones de calidad de la Unión.

Energías renovables Diego Luis Valera, director del Departamento de Ingeniería Rural y coordinador del proyecto en Almería, resalta que las líneas de actuación se van a adaptar a dos realidades muy distintas: ahorrar calefacción en los invernaderos del centro y el norte de Europa y refrigeración en los del sur. La solución pasa por combinar el uso de energías renovables y la introducción de algunos cambios en la disposición de la estructura. Para Valera, simples modificaciones como aumentar la separación entre un invernadero y otro (para que puedan reciclar el aire de forma natural) o el aumento del tamaño de los ventanales (que multiplica la luz solar) pueden ser recursos muy útiles. Hace tan solo unas semanas que todos los participantes del estudio se han reunido en Cheschester (sur de Inglaterra). Ya han recopilado información sobre la legislación europea que rige el sector, y ahora se van a centrar en configurar las herramientas necesarias para hacer una auditoría energética. El siguiente paso, abordar la política de investigación, se dará en Bruselas a finales de febrero. Cuando la UAL termine su trabajo (dentro de un año), ayudará a los demás investigadores con sus respectivas partes. El plan une a centros de toda Europa “La asociación de productores griegos (PAS) se puso en contacto con nosotros y aceptamos encantados”, explica Diego Luis Valera. En total son 14 centros los que colaboran, entre ellos la asociacion almerienseCOEXPAL y dos empresas españolas (Bioazul y Agrocomponentes), mientras que algunos de los socios extranjeros son las Universidades de Hertfordshire (Reino Unido) y Wageningen (Alemania), la Confederación General de Agricultura Italiana y varias empresas de Finlandia. Más de la mitad de los 240.000 euros que cuesta el proyecto lo aporta la Unión Europea.