El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Lorenzo Ramos, pidió ayer en la Comisión de Agricultura del Senado, en la ronda de comparecencias con motivo de la Ponencia de estudio sobre la agricultura española en el nuevo marco de la Unión Europea, una política nacional de apoyo a la explotación familiar agraria. En un comunicado destacó la importancia que para los pueblos rurales españoles tiene la agricultura como motor principal de sus economías y de su desarrollo futuro. Detalló las diversas reformas que se han sucedido en la UE, así como los retos futuros relacionados con la liberalización del mercado mundial y la reducción presupuestaria, y mostró la preocupación de esta organización preocupante con este escenario, unido a los efectos del cambio climático. UPA apuntó una serie de estrategias de actuación que deberían seguirse desde las administraciones públicas y que pasan por una apuesta clara y firme por políticas agrarias que den prioridad a las personas por encima de la actividad. Manifestó que "se hace necesario que el sistema de apoyo público tenga más presente la figura del productor frente al producto". En cuanto a la modulación, consideró que este concepto debe dar lugar a una verdadera redistribución de los fondos comunitarios, que atienda a los verdaderos profesionales del campo que viven en el medio rural.