Las variedades que actualmente se encuentran en el mercado contienen en torno a 400 miligramos de polifenoles por kilo de berenjena, mientras que se pretende obtener nuevas variedades de esta hortaliza cuya concentración en polifenoles alcance los 700 u 800 miligramos por kilo. La presencia de la sustancia del polifenol en la berenjena es la que causa su "pardeamiento" una vez se corta, debido a la oxidación al entrar en contacto con el aire, por lo que se suelen comercializar aquellas variedades con menos polifenoles, las que amarillean menos. "Queremos obtener berenjenas que además de mantener los actuales estándares de calidad mejoren las propiedades aparentes (más antioxidantes para que no oscurezca la carne) y nutritivas (más polifenoles) de las berenjenas que actualmente existen en el mercado", indicó el profesor Prohens. Tras una primera fase de evaluación, en la que se analizaron hasta 70 variedades diferentes de berenjenas, los investigadores de la Politécnica trabajan actualmente en un programa para combinar las características favorables de las variedades modernas con las propiedades de las tradicionales, más nutritivas, para obtener nuevas variedades más ricas para el consumidor. Este proyecto de investigación, que comenzó a desarrollarse en el 2003 y continuará a lo largo de todo este año, está financiado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte, además de contar con la colaboración de investigadores del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad Complutense de Madrid. Los últimos resultados del trabajo de investigación se presentarán en el III Congreso de Mejora Genética de Plantas, que se celebrará del 13 al 15 de septiembre en la Universidad Politécnica de Valencia.