La imagen de un producto es su carta de presentación. Cuando un cliente decide comprar hortalizas o fruta tiene ante si una gran variedad de formas, colores, tamaños y presentaciones que hacen el producto agradable para la vista, pero un aspecto apetecible no siempre encuentra su correspondencia con un sabor igual, produciendo en ocasiones desilusiones a los más golosos. En la pasado edición de Expo Agro se puso solución a este problema. La compañía holandesa Greefa trajo hasta Almería su módulo inteligente Flavour Analyser (iFA), que permite determinar la calidad interna de una pieza de fruta sin necesidad de abrirla. La maquina es capaz de determinar, mediante el uso de un haz luminoso proyectado a través de la fruta, la cantidad de grados Brix (que determinan la cantidad de azúcar y por tanto el dulzor) de las frutas. En el caso de Expo Agro, la demostración se realizó sobre el melón, y los datos del análisis espectral ofrecen una evaluación sobre la totalidad de la pulpa, sin errores, evitando tener que recurrir a ‘trucos de la abuela’ de dudosa eficacia. Tal como explica Marco Schreuders, jefe de exportaciones de la firma, ya hay muchas cadenas de supermercados que quieren que la fruta se seleccione atendiendo a la concentración de grados Brix., pues un segmento de clientes exigen fruta en su estado óptimo de dulzor. Marco expone que esta tecnología aplicable a gran variedad de productos forma parte de la maquinaria desarrollada por Greefa, mediante módulos intercambiables y fáciles de combinar, desarrollada en Holanda pero que es en Almería donde recoge mejores resultados. Otra de las novedades llegada desde Holanda es el módulo de detección de firmeza de un fruto, que pronostica el plazo de conservación y la fecha ideal para consumir la fruta. Una radiografía completa al sabor.