Una guía de buenas prácticas enfocada a la agricultura y a los almacenes permitirá que labores como la poda o la corta del limón se haga adecuadamente, mejorando la calidad en origen del producto. Asimismo se hará un censo citrícola que evalúe si las 25.000 hectáreas de limón en la Región han disminuido o aumentado, y que coste de producción y manipulación supone según la zona. La Consejería iniciará además inspecciones en los almacenes de limones porque hay indicios de que algunos de los cien operadores que trabajan en la Región lo hacen sin cumplir los requisitos de calidad e higiene. En este sentido, el director de Ailimpo, José Antonio García, ha dicho que para competir con la fuerte competencia turca el sector debería concentrarse porque es "inviable" negociar con una demanda muy concentrada y una oferta tan atomizada, y es "ridículo" el volumen medio por empresa, en torno a las 3.000 toneladas, con el que se trabaja en el mercado. Otra cuestión que se ha tratado es la de alargar la comercialización del limón tipo verna, que actualmente tiene su temporada entre abril y junio, pero que podría llegar a septiembre si se consigue este proyecto. Ailimpo ha pedido a la Consejería que lidere y coordine las actuaciones de forma conjunta con el ministerio y las consejerías andaluza y valenciana, también afectadas por la crisis por la competencia turca. El limón fino que queda por recolectar en las próximas siete semanas, unas 221.000 toneladas, según Ailimpo, sólo tiene una salida, que pasa por la venta a la industrialización. Una orden ministerial que se publicará próximamente permitirá que estos limones puedan entregarse a la industria de forma inmediata, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, en que había que esperar al 1 de abril, explicó el consejero. La cosecha total prevista es de 352.000 toneladas, "alta", según el consejero, mientras que la recolección es "lenta", con 131.000 toneladas a fecha de hoy. La contratación de la industria es por el momento de 159.604 toneladas y el umbral o techo que permite la UE para la transformación industrial es de 192.198 toneladas, con ayudas por kilogramo de en torno a los 0,10 euros. Según Ailimpo, la posibilidad de industrialización puede superar el citado umbral, porque la UE calcula la media del techo de transformación cada tres años.