La flora de la provincia ha servido para aportar tres especies que no se encuentran en ningún otro lugar de Andalucía: el 'Lathyrus tuberosus', que se halla en lugares húmedos; el 'Lathyrus inconspicuus', que nace habitualmente en los bordes de los campos de cultivo o sobre yesos y calizas; y la 'Vicia altissima', que no sólo no se encuentra en el resto de Andalucía, sino tampoco en España. Para encontrarla en otros lugares hay que irse a Córcega, Cerdeña, Italia, Croacia o el noroeste de África. El objetivo del estudio puesto en marcha por el Instituto de la Grasa de Sevilla es reducir la ingesta de proteínas animales por los riesgos de transmisión de enfermedades que éstas presentan, pero también disminuir la cantidad de grasas animales saturadas que se consumen. Desarrollo Además, el proyecto tendrá importantes consecuencias medioambientales, ya que favorecerá la protección de los recursos fitogenéticos existentes, mediante la revalorización de cultivos marginales y la protección de plantas silvestres. Por fin, el responsable del estudio señala como tercer beneficio el desarrollo de las zonas rurales deprimidas en las que se cultiven estas especies, objetivo que «llegará canalizando la producción y mediante la obtención de productos con alto valor añadido». La importancia económica de las leguminosas es enorme. Numerosas especies son utilizadas para la alimentación, entre ellas las habas ('Vicia faba'), los guisantes ('Pisum sativum'), los garbanzos ('Cicer arietinum'), las lentejas ('Lens culinaris'), las judías blancas ('Phaseolus vulgaris'), la soja ('Glicine max'), el cacahuete ('Arachis hypogea'), las judías verdes ('Vigna unguiculata') o la almorta ('Lathyrus sativus'), indígena de España y cuyo cultivo está en vías de desaparición. Miriam Buil